VideoClub
Videoclub es una plataforma cultural y un evento dedicado a la difusión e intercambio entre videastas, artistas emergentes y músicos a través de la exhibición de videos experimentales DIY (“hazlo tú mismo”). Desde videoclips y animaciones hasta videoperformances y documentales cortos, el evento destaca obras creadas de manera independiente, sin la intervención de marcas o grandes productoras. El objetivo principal es proporcionar un espacio al arte underground, cubriendo una amplia variedad de géneros y estilos. Cultivan un ambiente acogedor y colaborativo que promueve el apoyo y el intercambio artístico, con un enfoque en la experimentación y la colaboración. Se propone así inspirar y fomentar el crecimiento artístico dentro de las comunidades.
Videoclub nació en Valparaíso en el año 2021, organizado por amigues para amigues, como un espacio de diversión y creatividad para compartir nuestras propias obras. La frustración ante la falta de plataformas para mostrar nuestros videos experimentales, no académicos y cuir, nos llevó a crear este proyecto.
La visión es representar narrativas subrepresentadas y abordar cuestiones de identidad desde sus raíces. Se acercan a lo audiovisual no como críticos sino como divulgadores y coleccionistas, con el propósito de abrazar la vanguardia, retratar la historia de nuestras redes y espacios, en una búsqueda decolonial de apropiación y resignificación.
En sus eventos, experimentan con diversos formatos de exhibición y actividades, desde proyecciones en super 8 hasta espacios inmersivos de realidad virtual, música en vivo, performances y debates sobre las obras presentadas. Se encargan de todo el proceso, desde la investigación y curaduría hasta la promoción y organización, todo de manera autogestionada y colaborativa, sin financiamiento externo. El proyecto ha mostrado el trabajo de artistas de diversos países, como Argentina, Brasil, Chile, México, Alemania, Túnez, Japón y muchos más. En cada proyección, se valora la interacción con los públicos. Antes de cada video, se dedica un momento para presentarlo y, si algún artista está presente, se invita a compartir su visión. Esta dinámica enriquece la experiencia del espectador, proporcionando contexto y fomentando el diálogo en torno a cada obra audiovisual.
Hasta la fecha, Videoclub ha tenido lugar en diversas ciudades como Santiago, Valparaíso y Temuko Wallmapu; Buenos Aires y La Plata en Argentina; CDMX en México; Bogotá en Colombia; Barcelona en España; Berlín en Alemania; Nueva York en EE. UU.; Dikéa en Grecia; Nijmegen y Ámsterdam en Holanda; y Estambul en Turquía. Han proyectado más de 250 videos de 23 países diferentes en 14 ciudades del mundo. Aunque inicialmente centrado en producciones sudamericanas, el proyecto ha evolucionado para incluir obras de todos los rincones del planeta, manteniendo siempre una perspectiva decolonial.
–
Co-curatoría “La deconquista (sin flotar no puedo vivir)”
Si nos hemos desacralizado de esta forma —¿y quién, a estas alturas, no lo ha hecho?—, el remedio será volver a sacralizarnos mediante el agotamiento y la devoción, y hacer, una vez más, un santuario de nuestros pensamientos. Deberíamos tratar a nuestras mentes, es decir, a nosotros mismos, como a niños inocentes e ingenuos de los cuales somos guardianes, cuidando qué objetos y qué sujetos empujamos hacia su atención. -Henry David Thoreau
¿Hasta qué punto nuestras memorias son reales, imaginadas o artificiales? ¿La realidad supera la ficción o es al revés? ¿Es acaso la ficción una herramienta de escape o un medio crítico para imaginar futuros alternativos?
A través de videoarte experimental, en esta curaduría de Videoclub exploramos cómo la imaginación y los juegos narrativos pueden convertirse en motores de transformación cultural y social desde lo cotidiano. La deconquista (sin flotar no puedo vivir) es una invitación a soñar, a reconectar con las memorias como gestos vivos, para deformar y reconstruir realidades, guiándonos a luchar por mundos más habitables. Buscamos hacer de esta curatoría un viaje que busca desentrañar, reubicar y reimaginar la historia y las percepciones heredadas de la conquista y la colonización, que todavía hoy habitan en nuestros cuerpos y formas de vida.
Este viaje está dividido en cuatro capítulos: La Develación, La Celebración, La Transmutación y El Descanso, que funcionan como estaciones simbólicas para guiar la experiencia del espectador.
Hoy, las fronteras entre lo real y lo ficticio se desdibujan. Las obras investigan esa tensión entre lo virtual y lo físico, entre la tecnología y la humanidad. Los glitches y deformaciones de las imágenes se vuelven símbolos de una realidad mutante, donde verdad y mentira se entrelazan y reflejan la complejidad contemporánea. Frente a la saturación de información de dudosa procedencia, reafirmamos el video y el film como portales de mundos sensibles, capaces de develar historias invisibilizadas e inaccesibles por otros medios. En lo fantástico y en lo doméstico se refleja el universo, así como un microrrelato puede contener toda la historia del mundo.
En este recorrido, los videos cuestionan nuestra percepción, dislocando las antiguas narrativas para desmantelar paradigmas añejos y regenerar nuevas formas de habitar el mundo y de imaginar futuros menos catastróficos. ¿Cómo podemos repensar lo cotidiano y lo doméstico como espacios de resistencia y potencial transformador? A través de narrativas locales y subjetividades únicas, los artistas configuran escenarios para el sostenimiento de la celebración de la vida; los afectos y los cuidados, utilizando el video como reafirmación del lugar desde donde se enuncian contra-historias: relatos de grupos de amigues, de las vanguardias y de sutiles gestos mágicos.
Las prácticas insurgentes —musicales, espirituales, pedagógicas y medicinales— abogan por una ética y estética relacional donde imaginar un nuevo mundo se vuelve un acto colectivo de creación. Pero también en gestos sencillos como caminar, cocinar, limpiar o conversar se consolidan visiones decoloniales. Estos actos cotidianos crean tejidos de memoria y regeneran una ecología cultural que resiste a la sequía.
Sin flotar no podemos vivir, reafirmamos, e invocamos el agua como elemento nuclear de nuestra existencia, extendiendo la invitación a estudiar su comportamiento, a traer a nuestro pensamiento sus cualidades: fluida y portadora de la vida en eterna transformación.
La develación
¿Qué se esconde en los gestos cotidianos? ¿Qué revoluciones se gestan en los afectos? ¿Qué comemos, en realidad, cuando comemos?
En Pan de Cada Día de Karaoke Rodríguez, recorremos el cotidiano de las panaderías locales de barrios obreros en Bogotá. Además de alimentar al pueblo, estas panaderías protegen el tejido social entre vecinos. En contraste con las grandes cadenas, aquí los trabajadores sienten amor por sus oficios y por sus clientes, resistiendo la voracidad hegemonizante del capitalismo corporativo. ¿Dónde está el cariño para las masas? El alma se alegra con gestos sencillos. Todes sabemos que “no solo de pan vive el hombre”.
En el video Bóng Xà Bông de Phạm Nguyễn Anh Tú, reflexionamos sobre la construcción de la memoria en la identidad queer, a través del pop, relatos familiares y la lucha con estereotipos generados por los medios de comunicación televisivos, en este caso particular, de Vietnam.
WHAT GOES UP COMES AROUND, video en 16mm de Martina Laruffa, nos presenta a un personaje de otro espacio-tiempo: un profesor que nos da una clase sobre la forma en que miramos el mundo. Habla del pedazo de tierra que vieron los primeros colonizadores, de la rotación de la Tierra, del tropo medieval del “mundo al revés” y de por qué percibimos lo que percibimos, cuestionando por qué vemos esto y no lo otro. Nos invita a deformar este fenómeno que llamamos vida. Nada es lo que creemos. Todo es transmitido a través del absurdo: desde cómo se organiza y transmite el conocimiento, hasta cómo construimos nuestra visión del mundo y nuestras creencias a partir de ello.
Así se cae el velo, con gestos de desmitificación, en este primer capítulo, donde se verán obras con críticas al trabajo, la agenda política y las relaciones de poder, así como al sistema de géneros y pensamiento binario.
La celebración
El lenguaje es hackeado. El lenguaje deja de ser blanco. Se aleja de los diccionarios. Celebramos la historia que no nos contaron, los secretos, lo oculto: la historia que quiere escribirse, la historia de los oprimidos.
En este viaje, la protesta es una forma de celebración. Baile, música y memoria como forma de protesta. Así llegamos a este proceso de desmantelamiento de creencias y perspectivas instauradas que tanto pesan hasta hoy en día. La deconquista es una celebración. La historia se reescribe con SOLMATALUA través de material de archivo, cantos y danzas, Rodrigo Ribeiro-Andrade nos sumerge en un trance histórico de la diáspora africana, desde Angola hasta las favelas de Brasil. Celebramos la historia negra, marrón, amarilla que resuena y recupera la fuerza de su cauce, reivindicando su voz y fuerza
Celebramos también el lenguaje como un juego y no como un manual de instrucciones. Así se cae el velo, con gestos de desmitificación y cambios drásticos de narrativa, como en Porno latino casero de Amaya Samper (Perro feo). Allí, el surrealismo se mezcla con un efecto mariposa: un hecho en Turquía y otro en Uruguay alteran el destino de un perro, todo con un aire ruiziano; surrealista y juguetón. Recordamos que, la risa es una arma descolonizadora, como dice Silvia Rivera Cusicanqui.
La transmutación
Exploración del cuerpo, libertad sexual, erotismo cuir. Pensamos en la pegajosa condición queer de Brigitte Baptiste, que nos recuerda que somos seres con metabolismo biológico que persisten a pesar de la tecnologización y artificialización del cuerpo. El cauce de las aguas se libera, recupera su curso natural, transmuta la contaminación, la convierte en energía para el viaje, para llegar a nuevos mundos, a oasis encantados.
Construimos jardines digitales, somos jóvenes de internet. En el video Colombia x Siempre TKM de La Viasus, vemos a un grupo de adolescentes ñeros —una tribu urbana que en Chile se conoce como “pokemones”—. Al ritmo de una guaracha, se despliega una balada identitaria que celebra la búsqueda estética en las identidades juveniles.
En Bubble Tea de Xinyu XuXX y Xiaoyu1002 entramos a un colorido mundo cuir donde las burbujas despiertan química amorosa y atracción homosexual. En este universo burbujeante, chicas bailan, se enamoran y ríen de un mito de Asia Oriental según el cual beber té de burbujas provocaría que nacieran más niños homosexuales.
En AI MAMA, filmada en Super 8 por Asuka Lin, seguimos a Kei, una joven que intenta traer de vuelta a su madre fallecida a través de objetos cotidianos, recuerdos de infancia y una inteligencia artificial. Al mezclar los objetos y una receta del cotidiano de la madre, el computador se transforma en un cyborg, subvirtiendo los binarios tradicionales de madre e hija, creadora y creación.
La transmutación celebra la libertad de los cuerpos y la potencia del deseo. Es una invitación a salir de los parámetros impuestos por la hegemonía, tanto en los discursos identitarios como en la danza, el arte y las instituciones. Aquí el cuerpo se libera de los tabúes que lo reducen a objeto de morbo y censura, para transformarse en fuerza vital y creadora.
El descanso
Así vamos llegando al punto de la transformación. Llegamos a un oasis, hora de la metamorfosis, representada por la mariposa ginandromorfa en Assemblée Lunaire de Diego Barrera. Vamos entrando a aguas profundas para llegar al anhelado descanso, un refrescarse en la armonía, el equilibrio. Sin flotar, no podemos vivir.
Luego de habitar las sombra que habitamos para la transmutación, alcanzamos un éxtasis sublime, representado por el andrógino alquímico-Andrógino, que se nos acerca con la intención de recordarnos concentrar fuerzas reactivas del ser, un ser.
Esta propuesta de viaje analiza la sociedad de manera crítica hasta alcanzar la transmutación, abriendo paso a nuevas perspectivas y posibilidades. Se trata de volver a tejer redes y sensibilidades. Así, esta travesía crítica nos guía hacia nuevas formas de ser y estar en el mundo, entrelazando memoria, imaginación y resistencia en un ciclo continuo de reconfiguración de nuestra realidad.
En un mundo donde todo está contaminado, tanto en lo denso como en lo psíquico, la transmutación se vuelve esencial: convertir el veneno de los mandatos y sistemas dominantes en alimento para el crecimiento. No se trata de rechazar ni destruir, sino de integrar. La clave está en transformar aquello que nos limita en una fuente de aprendizaje y evolución, pues lo mismo que produce la caída puede, si lo transmutamos, ser la llave para la creación de nuevas realidades y, por fin, poder descansar.